¡Pobre Presidente de un Rotary Club!

Si comienza a tiempo... es un tirano.
Si da un poco de recreo... es demasiado tolerante.
Si pide atención... es un déspota.
Si habla demasiado... es un pesado.
Si no habla mucho... no está interesado.
Si pide silencio... abusa de su poder.
Si permite que se converse libremente.. . le falta autoridad.
Si es firme... es demasiado serio.
Si es afable... no está de acuerdo con su cargo.
Si apoya algo... hay que oponerse.
Si da a elegir... es un indeciso.
Si es dinámico... es un impulsivo.
Si es prudente... es un incapaz.
Si todo lo hace él... es demasiado pretencioso.
Si delega... es un perezoso.

¡Pobre hombre! - Lo que necesita es:

La paciencia de un burro.
La astucia de un gato.
El coraje de un león.
El ingenio de un zorro.
La calma de una esfinge.
La nobleza de un caballo.
La lealtad de un perro.
La gruesa piel de un cocodrilo,
Y la Fe de un apóstol.

Si aún sobrevive...

¡Verdaderamente es un líder asombroso!